Ciudad Real y sus Origenes


El origen de Ciudad Real comienza en 1995 con la cruenta Batalla de Alarcos, en la que se enfrentan los ejércitos cristiano y musulmán, en la que resultaron vencedores, suponiendo así un retroceso en el avance cristiano y propiciando que la ciudad de Alarcos quedara despoblada. Los intentos de repoblación, entre los siglos XII y XIII por parte de los monarcas cristianos en este lugar resultaron infructuosos. Es por ello que en 1255  Alfonso X  el Sabio, decidió fundar una ciudad en una nueva ubicación, a 9 km de Alarcos, en la aldea conocida como Pozuelo Seco de Don Gil.  Mediante una carta puebla, que actualmente se encuentra en el Archivo Municipal, el rey concedió privilegios de poblamiento, definió el trazado de la ciudad y ordenó la construcción de una muralla que la rodease con 130 torres y siete puertas, que se abrían a los caminos de las poblaciones más importantes: Santa María, Alarcos, Granada, Mata, Calatrava, Toledo y de las que en la actualidad sólo se conservan restos de la más importante, la Puerta de Toledo (imagen de la derecha), y se le dio el nombre de Villa Real.
El territorio en el que se fundó la ciudad era el corazón de los dominios de la orden militar de Calatrava.  Alfonso X quería contrarrestar la enorme influencia de esta orden militar, protagonista de las guerras de la reconquista, creando una localidad de realengo, sometida a su autoridad.
La población se asentó con grupos de habitantes de religión cristiana, musulmana y judía. Contaba Villa Real con una de las juderías más importantes de Castilla.
En la pugna con la orden de Calatrava, que fue constante desde su fundación, tuvo especial importancia la concesión del título de ciudad por parte de Juan II en 1420, como reconocimiento por su apoyo al rey contra las órdenes militares. A partir de este momento la ciudad pasó a llamarse Ciudad Real.
Desde su fundación hasta el siglo XV Ciudad Real vivió una época de crecimiento. El aumento de la población y de las actividades productivas como las de la lana, el cuero o el vino llevaron a los reyes católicos a privilegiar a la ciudad ubicando aquí instituciones administrativas de gran importancia. En 1483 se estableció el Tribunal del Santo Oficio. En 1494 la Real Chancillería, principal órgano de justicia del reino. Estos organismos tuvieron su sede temporalmente en la ciudad y marcaron el momento de mayor auge.  A ello le siguió un progresivo declive agravado por la expulsión o conversión de los grupos de religión judía e islámica.
En 1691 Ciudad Real fue denominada capital de la comarca de La Mancha. Sin embargo Almagro le arrebatará este puesto en 1750 al ser durante siglos la sede administrativa de la Orden de Calatrava, lo que se tradujo en un importante desarrollo de esta localidad. En 1833 finalmente se crea la provincia de Ciudad Real, con Ciudad Real como capital.
Ciudad Real y su provincia pasaron a lo largo de los siglos, hasta llegar a la contemporaneidad, por una etapa de estancamiento condicionada por la idiosincrasia de esta tierra: escasa población, malas comunicaciones, pocos capitales o la excesiva dependencia del medio agrario. El siglo XIX llegó a Ciudad Real la Guerra de la Independencia. En 1809 las tropas napoleónicas derrotaron a las españolas en los puentes del Guadiana y la ciudad será ocupada hasta 1813.
La situación comenzó a cambiar durante la segunda mitad del siglo XIX. En 1861 se inauguró la línea de tren Ciudad Real-Almagro. La capital se ve inmersa en un momento de gran inversión en las comunicaciones en esta tierra. El ferrocarril se extiende para comunicar pueblos y dar salida a la riqueza agrícola y minera de la provincia. La primera conexión con Alcázar de San Juan vía Almagro se verá complementada con la línea a Madrid en 1878 y la conexión a Badajoz. Ciudad Real llegó a tener hasta dos estaciones de ferrocarril. El desarrollo de este momento se ve ilustrado perfectamente con la construcción de algunos de los edificios más bellos de la ciudad, como el Casino o el Palacio de la Diputación.
Durante la Guerra Civil, Ciudad Real permaneció en la retaguardia, en el área de influencia republicana. La ciudad fue rebautizada durante estos años con el nombre de “Ciudad Libre”.
En el siglo XX Ciudad Real vivió una incipiente industrialización, particularmente centrada en el sector alimentario que, como en el resto de núcleos importantes, fue acabando con los modos de vida tradicionales, ligados a la tierra. Sin embargo la nota dominante fue la consolidación de la capital como sede administrativa y el sector servicios su principal actividad económica. El gran proceso urbanizador durante este periodo, la segunda mitad del pasado siglo, fue dando a esta ciudad su forma actual y en 1976, fue construido el característico Ayuntamiento.
La fundación de la Universidad de Castilla-La Mancha en 1985 y la apertura del Campus de Ciudad Real han aportado un enorme dinamismo a la capital. No en vano el rectorado de la universidad regional se encuentra en Ciudad Real. En las últimas décadas la ciudad ha disfrutado de un importante crecimiento demográfico y económico. Además de la universidad, un fuerte espaldarazo fue la inauguración de la línea de AVE y su estación en Ciudad Real.
Se abrió así una comunicación directa y fluida, particularmente con la capital de la nación, Madrid.
En la actualidad, Ciudad Real ha seguido la estela del crecimiento tanto en población como en servicios. La capital ha superado su tradicional aislamiento posicionándose sólidamente gracias a su ubicación privilegiada y a sus excelentes comunicaciones. Una ciudad moderna y habitable que se esfuerza día a día por el bienestar de sus habitantes.

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